Cuando entendemos los conceptos que hay detrás de un framework backend, cambiar de lenguaje o tecnología se vuelve mucho más fácil. No se trata de sintaxis, sino de patrones de arquitectura y principios de diseño que se repiten en todas partes.

Frameworks backend

 

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¿En qué se parecen los frameworks de backend?

La mayoría de frameworks de backend (sin importar el lenguaje) funciona de manera similar, porque tienen las mismas piezas básicas:

  • Modelos: definen la estructura de los datos y su relación con la base de datos.

  • Controladores: gestionan la lógica que se ejecuta cuando llega una solicitud HTTP.

  • Vistas (o respuestas): devuelven una respuesta al cliente, como HTML, JSON o errores.

  • Ruteo (“routing”): conecta las URLs con funciones o métodos específicos del backend.

  • Migraciones: aplican cambios en la estructura de la base de datos de forma controlada.

  • Validaciones: verifican que los datos recibidos cumplan con ciertas reglas antes de procesarlos.

  • Códigos de estado HTTP: informan el resultado de una solicitud (éxito, error, no autorizado, etc.).

Esto se repite porque la mayoría de frameworks sigue patrones como MVC (Modelo–Vista–Controlador), MVT (Modelo–Vista–Template) y principios de diseño como SOLID.

Algunos ejemplos de frameworks:

  • Spring Boot (Java)
  • Django (Python)
  • .NET (C#)
  • Ruby on Rails (Ruby)
  • Ktor (Kotlin)
  • FastAPI (Python)
  • Laravel (PHP)
  • NestJS (JavaScript / TypeScript).


 




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